Hemos querido presentarles las dos campanas, la del gobierno, por medio de los dichos de Oporto; y la de los sindicatos, en la palabra de Baradel.
Alguno de los dos no está diciendo la verdad o está tergiversándola en provecho propio.
Esperamos con esto poder aportarles herramientas suficientes para sacar sus propias conclusiones.
Hasta la próxima.
Luis
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