En la semana de la Campaña Nacional de Prevención de Ceguera por Diabetes, los oftalmólogos enfatizaron la importancia de hacerse los chequeos para diagnosticar una enfermedad determinada por el tiempo.
La retinopatía diabética es la primera causa de ceguera en personas de entre 20 y 70 años. Es una complicación de la diabetes, provocada por el deterioro de las arterias y venas que irrigan la retina, la capa de nervios que recubre el ojo con la función de percibir luz e imágenes. Quien padece la enfermedad ve como a través de un vidrio o de una cortina de agua.
El estudio básico para detectarla es el fondo de ojos: “Es el primer acercamiento, pero para tener mayor certeza, a los pacientes diabéticos se les suele hacer angiografía digital en ambos ojos (RSG)”, explicó la Dra. María Noel Gabín, oftalmóloga del Hospital Universitario Austral (HUA).“Una persona sana debería hacerse un control oftalmológico por año. Una persona con retinopatía, cada 6 meses, dependerá de su médico tratante”, agregó la especialista.
Las consecuencias más graves de la enfermedad son el desprendimiento de retina o el daño macular irreversible, que causan pérdida de la visión. Para evitar llegar a este estadio, hay mucho por hacer. El Dr. Juan Gallo, investigador en oftalmología y Vicedecano de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, indicó que en la mitad de los casos basta con un “control estricto de la glucemia”, dado que los riesgos de desarrollar la retinopatía aumentan con el avance de la diabetes y la dejadez del paciente.
Los demás factores de prevención de la ceguera están relacionados directamente con el tiempo: “Tratar al paciente en el momento adecuado es la clave. Muchos de ellos deambulan de especialista en especialista y se demora la posibilidad de actuar”, advirtió el Dr. Gallo. La panfotocoagulación y la fotocoagulación local (tratamientos con láser), más la vitrectomía en casos muy avanzados, son las intervenciones quirúrgicas más comunes para frenar la retinopatía.
Las consecuencias más graves de la enfermedad son el desprendimiento de retina o el daño macular irreversible, que causan pérdida de la visión. Para evitar llegar a este estadio, hay mucho por hacer. El Dr. Juan Gallo, investigador en oftalmología y Vicedecano de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, indicó que en la mitad de los casos basta con un “control estricto de la glucemia”, dado que los riesgos de desarrollar la retinopatía aumentan con el avance de la diabetes y la dejadez del paciente.
Los demás factores de prevención de la ceguera están relacionados directamente con el tiempo: “Tratar al paciente en el momento adecuado es la clave. Muchos de ellos deambulan de especialista en especialista y se demora la posibilidad de actuar”, advirtió el Dr. Gallo. La panfotocoagulación y la fotocoagulación local (tratamientos con láser), más la vitrectomía en casos muy avanzados, son las intervenciones quirúrgicas más comunes para frenar la retinopatía.
Médicos oftalmólogos de todo el país atenderán gratuitamente con el fin de detectar posibles cuadros de retinopatía diabética Toda la info en:http://www.proyecto-salud.com. ar/shop/detallenot.asp?notid=6 603
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