El 15 de noviembre de 1959 se creó el CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN TÉCNICA (CONET), organismo tripartito que marcó a fuego la tradición de la educación técnico profesional en la Argentina. A tal punto que en esa fecha se recuerda todos los años el día de la Educación Técnica.
El CONET fue creado en el contexto del gobierno desarrollista que encabezó Arturo Frondizi cuyo modelo económico estuvo sustentado en una política industrialista. El cuerpo colegiado, primero en su tipo en América Latina, heredó las iniciativas de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Formación Profesional que creó el peronismo y que los militares liberales intentaron destruir.
El CONET sobrevivió hasta que, en el contexto de las reformas neoliberales de los 90 fue cerrado para “re-convertirlo” en el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica). Fue la época de la destrucción de la escuela técnica y la creación de nuevos modelos sin anclaje institucional ni social.
El giro producido luego de la crisis del 2001 trajo aparejado la voluntad política de recuperar a la educación técnico – profesional y, desde luego, fortalecer el organismo de conducción como es el INET. La sanción de la ley de educación técnico – profesional fue un claro y contundente testimonio de la nueva época: participación sectorial, debate político, consensos y, en definitiva, sanción y aplicación de la norma.
Los actores sociales volvimos a creer en la posibilidad cierta de recuperar el instrumento central para una política educativa articulada con un proyecto de nación. Si el país buscaba re-industrializarse era imprescindible promover la educación técnica y la formación profesional. Asi fue.
Volvamos a los ciclos históricos y apreciemos como en tres momentos donde la Argentina puso proa al modelo productivo resultó central su vinculación con una fuerte política en la educación técnico – profesional: el peronismo del 50 y la Comisión de Aprendizaje, el desarrollismo del 59 y el CONET y el proceso posterior al 2003 y el actual INET.
También podríamos demostrar esta hipótesis por la negativa y relacionar las crisis de estos organismos y la centralidad de la política educativa con perfil técnico profesional con la preeminencia de los modelos especulativos sobre los productivos.
La CGT, los sindicatos docentes, los empresarios y el estado constituyeron las patas del tripartismo que instaló el CONET y que recogió la ley de educación técnico – profesional y el INET.
En plena crisis de la educación técnica, en su resurgimiento con la nueva ley y en su aplicación sobrevivió el CONETyP (Consejo Nacional de Educación, Trabajo y Producción) que expresa la posibilidad concreta que actores provenientes de diversos mundos e intereses puedan acordar y consensuar políticas a largo, mediano y corto plazo que beneficien a un sector vital de la educación argentina como lo es la educación técnica profesional.
La mirada histórica es significativa cuando el pasado nos permite interpretar con profundidad el presente y nos proyecta al futuro. Desde esta perspectiva la historia es la docente de la política.
Por ello, en el contexto de la recordación del 52 aniversario de creación del CONET es necesario que la reflexión sobre su proceso histórico nos permita reforzar la opción por la educación técnica y la formación profesional como sustentos de la vinculación de la educación y el trabajo para la justicia social.
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