viernes, 7 de diciembre de 2012
9 DE DICIEMBRE - FESTIVIDAD DE SAN JUAN DIEGO
Juan Diego era Un "macehualli", es decir uno que no pertenecía a ninguna de las categorías sociales del Imperio.
En la presentación que se hace de Juan Diego, se dice de él: "Ce Ma-cehualtzintli", es decir que era un "macehualli" que bien puede traducirse como un "indiecito", o mejor aún, como "un honorable hombre de pueblo".
Desde antes de las apariciones ya era tenido Juan Diego entre los que le conocían como un hombre bueno y justo. Después de sus encuentros con la Vírgen llevó una vida muy ejemplar y las gentes lo tenían por santo. Muchas familias han puesto a sus hijos el nombre de Juan Diego por la devoción que le tienen. Y algunos padres al bendecir a sus hijos, todavía dicen: "Que Dios te haga como Juan Diego".
El 9 de diciembre ha sido declarado como fiesta de San Juan Diego. Inicialmente se le había pedido al Papa que eligiera el 12 de junio (aniversario de su muerte ) como fiesta litúrgica, pero el Papa Juan Pablo II dijo: "No; que sea el 9 de diciembre, porque fue el día en que vio el Paraíso", es decir la primera aparición de la Virgen.
Juan Pablo II en el día de su beatificación hacía resaltar "su fe sencilla, nutrida de la catequesis y acogedora de los misterios, su esperanza y confianza en Dios y en la Vírgen; su caridad, su coherencia moral, su desprendimiento y pobreza evangélica".
"Hombres y mujeres católicos, vuestra vocación cristiana es por su misma naturaleza vocación al apostolado (…) No podéis por tanto permanecer indiferentes ante el sufrimiento de vuestros hermanos: ante la pobreza, la corrupción, los ultrajes a la verdad y a los derechos humanos. Debéis ser sal de la tierra y luz del mundo (cfr. Mt. 5, 13-14)". (Juan Pablo II, el día de la beatificación de Juan Diego, 6-V-1990).
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